Por Atilio Jose Arcidíacono
Email: azulgris17@yahoo.com.ar
Parecería que los adultos estamos más interesados por buscar responsables de las disrupciones de la convivencia que detectar las causas que motivan la aparición de los hechos- El alumno que disrumpe la convivencia, es un emergente- Alguien que reacciona en este momento ¿pero quién puede garantizarnos que otros/otras no procederán de la misma forma? ¿Y cuándo?.
La respuesta habitual, histórica, es la aplicación de una sanción que anule imitaciones, se pretende retrotraer la situación a los “cauces normales”, lo que se puede interpretar (por parte de los jóvenes) como que el cauce normal consiste en mantener un status quo donde los que ostentan el poder sigan manteniéndolo y donde nada cambia, pues todo está bien.

Este proceder no neutraliza las causas que motivaron la reacción ( sin justificar a esta) lo único que enseña, es no ser individualizado y de serlo, no ser sancionado- Es decir, cuando buscamos responsables en vez de causas, lo que estamos fortaleciendo es el secreto grupal o sectorial, logrado en más de una oportunidad por la amenaza, la no reflexión de lo hecho y la no búsqueda de canales , para la resolución del conflicto.

Enseñamos constituyendo un círculo cerrado, donde la no reflexión sobre la gestión Institucional, implementa nuevos hechos de agresión y secreto, pues las causales no sufren modificación- Deberíamos, invitar a la reflexión, no de los alumnos/as sino de la comunidad educativa toda- Al no hacerlo, reforzamos la oposición de los jóvenes, a un sistema, el cual lo perciben, como alejado de poder corregir sus propios errores, y endureciéndose, generando y siendo la misma Institución, responsables de lo que será la próxima reacción, de algún alumno/alumna que actúe como emergente, provocándose así una nueva disrupción de la convivencia-

Los caminos por los que puede optar la Escuela son : Seguir buscando responsables (con los efectos que se han descripto) o establecer canales de comunicación tendiente a la adecuación, permanente de la Institución a la realidad social en que la misma se encuentra inserta.

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